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EXPERIENCIA Egresada de Barceló se capacita en Estados Unidos  Cursó en Sede Santo Tomé de Fundación Barceló y se recibió en el año 2010. Actualmente es residente en el Instituto de Cardiología de Corrientes y realizó una rotación en Nueva York y Jacksonville en el Estado de Pensilvania. Durante el mes de mayo, rotó en el Hospital Mount Sinai de Nueva York y en junio lo hizo en la Clínica Mayo de Jacksonville. Ambos hospitales son muy reconocidos científicamente y pertenecen al grupo de nosocomios más importantes del mundo. “La rotación en ese lugar me permitió ver casos frecuentes tanto de cardiopatías propias de la región como enfermedades comunes con nuestra sociedad, pudiendo comparar el sistema de salud de uno de los países más desarrollados a nivel mundial con el nuestro” cuenta Nacke.
Para la egresada en Barceló representa un salto de calidad en su formación y ella lo afirma: “Mi experiencia se basó en una rotación en la Unidad de Ciudados Coronarios en el Hospital Mount Sinai. Participé de los pases de sala a cargo del Dr. Gidwani (Jefe de Servicio de la Unidad Coronaria) y del Dr. Halperin (Prof. en Cardiología)”.
También realizó una rotación en la Clínica Mayo en el sector de Insuficiencia Cardíaca y Trasplante, estando a cargo del Dr. Patel. La clínica cuenta con 400 camas destinadas a diferentes especialidades tanto en terapia intensiva como en internación general.
La Dra. Nacke, resalta las diferencias en el área de la medicina entre Estados Unidos y Argentina. “A pesar de tener más años de estudio en EEUU, nuestra formación es tan buena como la de ellos, con la única diferencia en la disponibilidad de tecnología de última generación”. Relata que la carrera de medicina tiene una duración de siete años y la residencia se realiza en medicina interna durante tres años, luego se elije la especialidad que dura tres años más (lo que acumula un total de 13 años de estudio en medicina).
Consultada sobre qué rescata de su experiencia en la rotación en Estados Unidos, afirma que “fue muy fructífera ya que conocí otras culturas, otra formación académica, centros con mayor flujo de pacientes, mayor tecnología y recursos”.
Asimismo reconoce que la principal diferencia que pudo apreciar “es la capacidad económica, la disponibilidad de insumos y de personal, que nosotros tenemos de manera más acotada. Pero lo más interesante y reconfortante fue saber que, a pesar de estas diferencias, el manejo clínico que realizamos con los insumos que contamos son similares a los utilizados en un país del primer mundo” cuenta Luciana.
Lunes, 15 de septiembre de 2014
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