MENSAJE DEL ARZOBISPO EN LA MISA CENTRAL “El devoto de San Cayetano debe ser un hombre trabajador, honesto y solidario”  Stanovnik se refirió a las características que deben tener los peregrinos, especialmente “si está dentro de sus posibilidades dar trabajo o hacer todo lo posible para que el trabajador no lo pierda”. Y alertó sobre el peligro de pequeños dioses como el dinero, el poder, la droga, la diversión compulsiva porque para satisfacer las adicciones se “roba, extorsiona y mata”. Una multitud participó de la procesión primero y de la misa central que luego ofició el arzobispo de Corrientes, Andrés Stanovnik, en San Cayetano. En su mensaje se refirió a las características del Santo y la necesidad de que éstas también identifiquen a los trabajadores y en especial, aquellos que tienen la posibilidad tanto de proveer como de evitar que se pierdan fuentes laborales. En el inicio de su alocución, monseñor agradeció el buen clima que facilitó las distintas expresiones de fe como así también las tareas desarrolladas por los colaboradores. Al mismo tiempo citó a varios de los funcionarios presentes, entre ellos, al edil a cargo de la Intendencia de Riachuelo, Martin Jetter; el jefe comunal Fabían Ríos (Corrientes); el senador nacional, Carlos Espínola y el vicegobernador, Gustavo Canteros. Luego, expresó “siempre hemos relacionado a San Cayetano con esta tradicional peregrinación que realizamos desde la rotonda de la Virgen hasta este Santuario. Pero es la primera vez que las celebramos en conjunto y, además, esta vez lo hacemos en el Año de la Misericordia. Por eso, el lema que nos acompaña dice así: “Que San Cayetano nos ayude a vivir la misericordia. De este modo, hoy tenemos juntos al Santo del Pan y del Trabajo, la Peregrinación de los Trabajadores, y el Año de la Misericordia. Y el tema central que atraviesa los tres momentos es la Misericordia”. Sobre esto, hizo hincapié en una frase pronunciada por el Papa Francisco “sólo la misericordia salvará al mundo”. Prosiguió con su mensaje, con un pedido: “Dirijamos primero nuestra mirada al Santo Cayetano que vivió en Italia durante los años que coincidían con la primera evangelización que se llevaba a cabo, antes de la fundación de la ciudad de Corrientes, en la orilla del Paraná, cerca de Itatí. En esas orillas, hace más de cuatrocientos años nacimos a la fe cristiana gracias a la predicación y el testimonio de los misioneros; allí crecimos en la devoción a la Virgen de Itatí; y también allí escuchamos, por primera vez, que Dios es infinitamente misericordioso y dispuesto a perdonar siempre”. Remarcó después que “en esa misma época vivió San Cayetano, un gran amigo de Jesús, a quien entregó toda su vida”. Y aseveró que el Santo “se distinguió por ser un hombre de mucha oración y de una práctica heroica de la caridad con el prójimo”. Asimismo, rememoró que Cayetano decía “en el oratorio rendimos a Dios el homenaje de la adoración, en el hospital lo encontramos personalmente”. A lo que, Stanovnik agregó que también se lo puede encontrar en “nuestro hogar, en la casa del vecino, en el trabajo”.
Peregrinos y patria En otro momento de su homilía, Stanovnik indicó que “San Cayetano nos enseña que somos peregrinos en este mundo y que nuestra patria definitiva es el cielo, donde el amor de Dios reina para siempre. El que tiene presente esto, se esfuerza por cuidar y respetar la dignidad de toda persona, sea trabajador o empresario, peregrinos como él, hacia la patria del cielo. En el corazón de esa persona no hay lugar para sentimientos de hostilidad ni para conductas tramposas. Allí no cabe la venganza, ni el falaz aprovechamiento de los más débiles”. En este contexto, subrayó que “la causa más profunda de los males que padece nuestra sociedad es, precisamente, la ausencia de Dios” y alertó sobre el peligro de que ese vacío en el corazón pueda ser llenado por “dioses que se apoderan de las personas y las ponen de rodillas para someterlas al placer, al dinero, al poder, a la droga, al alcohol, al juego de azar, a la diversión compulsiva. En este punto hizo un paréntesis para referirse a la aplicación Pokémon Go. (Ver recuadro). Características Después, prosiguió “entonces, el que cae en esas redes, no escatima ningún medio para poder satisfacer sus adicciones: roba, extorsiona y mata”. Por eso, “San Cayetano nos recuerda que debemos colocar a Dios en primer lugar. El se mostró a nosotros con el rostro de la misericordia en Jesús. Abrámosle nuestro corazón. Supliquemos al Santo del Pan y del Trabajo que nos alcance la gracia de crecer más en la fe, que reavive en nosotros la esperanza, y que nos sostenga en amor al prójimo, sobre todo allí donde se nos hace más difícil: en la familia, en el trabajo, en la calle, en la función pública”, aseveró. Tras lo cual precisó que “el devoto y peregrino de San Cayetano debe ser un hombre pacífico, trabajador, honesto y buen compañero; solidario especialmente con el que menos tiene y siempre dispuesto a compartir el pan. Y si está dentro de sus posibilidades, dar trabajo o hacer todo lo posible para que el trabajador no lo pierda, especialmente en las difíciles circunstancias que estamos atravesado”. Y por último, manifestó “miramos a San Cayetano, y confiados en su intercesión, le pedimos por la paz, la justicia y el encuentro entre todos los argentinos; se lo pedimos especialmente por toda la comunidad correntina, que no falte el pan y el trabajo en ningún hogar de nuestra Provincia y que estemos dispuestos a compartirlos especialmente con los que más sufren”.
Lunes, 8 de agosto de 2016
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