FLÌNTA DESAFIA A UN DEBATE PÙBLICO Polémica por el Iberá  Cuestionan que se ceda territorio correntino a la Nación. El Senador radical, en cambio, asegura que será un proyecto beneficioso para los correntinos.Cada vez más va creciendo la polémica en torno a la posibilidad de que la Provincia de Corrientes ceda a la Nación unas 150 mil hectáreas de los esteros del Iberá para ser destinadas a un parque nacional. Esas extensiones fueron adquiridas en su momento por el millonario norteamericano Douglas Tompkins, creador de la entidad ambientalista Conservation Land Trust que ahora decidió donar esos terrenos al Gobierno nacional. El tema generó una grieta entre el oficialismo y algunos sectores opositores, al punto que ayer el senador provincial, Sergio Flinta, desafió al legislador nacional, Carlos "Camau" Espínola a un debate en torno a este proyecto de transferencia. Es que entre las diferentes voces que se levantaron en contra de lo aprobado, emergió la del Senador nacional por Corrientes, quien consideró que debería hacerse un plebiscito, una consulta popular sobre el destino de la tan preciada reserva de agua dulce que se encuentra en suelo correntino. Hay que "aprovechar el potencial del Iberá para el desarrollo local con inclusión social", dijo Flinta, quien es presidente de la Comisión de Ecología y Medioambiente de la Cámara alta provincial, y mencionó que el proyecto incluye a 20 municipios y más de 200 mil correntinos que se verán beneficiados. La creación de un parque nacional fue precisamente un proyecto de ley de Flinta, quien curiosamente logró el acompañamiento de la totalidad de sus colegas del Senado provincial, obteniendo media sanción en una sesión realizada el mes pasado. Espínola, por su parte, aseguró que "los correntinos tenemos que defender y sostener lo nuestro. Lo que hoy hacen con los esteros del Iberá es una falta de respeto a los correntinos. Las cosas se hacen con consenso". Es curioso, pero hace cinco años atrás las opiniones eran exactamente inversas. En ese tiempo era el gobernador Ricardo Colombi quien se oponía a esa transferencia de tierras a la Nación, en ese momento bajo las riendas de Cristina Fernández de Kirchner. En cambio, el kirchnerismo estaba en un proceso de conversación con Tompkins y esperaba a que su precandidato a gobernador, Camau Espínola, pudiera concretar el traspaso una vez llegado a la Casa de Gobierno provincial en 2013 (cosa que, como se sabe, finalmente no ocurrió). Ya en octubre de 2011 el magnate norteamericano, ahora fallecido, quería donar a la Nación esas 150.000 hectáreas para crear el área protegida más grande del país en los esteros del Iberá. Y presionaba para que el gobierno de Corrientes ceda otras 700.000 hectáreas fiscales. CUIDADO CON LA CONSTITUCIÓN En los mentideros ambientalistas y políticos se aseguraba que su plan tenía como meta estratégica el control del agua dulce, lo cual es violatorio de la Constitución provincial, que en su artículo 59 la define como un "bien social". Sin embargo, detrás de dicha donación de tierras hay puntos que generaron reacciones negativas de diversos grupos que buscaban frenar el avance de Tompkins en una de las principales reservas de agua dulce del mundo. No se descartaba que intereses norteamericanos estuviesen detrás del supuesto plan del empresario para controlar el agua dulce a largo plazo, teniendo en cuenta que para los próximos cuarenta años se especula que el recurso puede llegar a escasear de la mano del crecimiento poblacional. Tras el fallecimiento de Tompkins, su viuda y Conservation Land Trust decidieron concretar la donación al gobierno de Mauricio Macri. En 2011, la asociación entre Tompkins y el Gobierno nacional de entonces para crear la mega reserva motivó un conflicto de la Casa Rosada con el gobernador Ricardo Colombi, quien se opuso en varias oportunidades a los supuestos planes de conservación del empresario. Un importante funcionario del Gobierno de Corrientes había señalado a un portal nacional de noticias que "no es viable la cesión de semejante cantidad de tierras" y subrayó que "no se permitirá un nuevo avance de la Nación por sobre las potestades soberanas de la provincia". Para contrarrestar esta negativa, en el kirchnerismo apostaron todas sus fichas para que en 2013 el entonces intendente de la ciudad de Corrientes, Carlos Mauricio "Camau" Espínola, se convirtiera en el próximo gobernador provincial y facilite la implementación del plan. Eso no ocurrió y los roles, hoy, parecen haberse invertido. El tema ha vuelto a instalarse en el centro de la polémica, que recrudecerá seguramente tras el receso invernal. Algunas agrupaciones, como el Partido Autonomista, ya lo han inscripto en su agenda para el próximo 23 en Goya (ver aparte).
Jueves, 14 de julio de 2016
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