INICIA EL 45º VIAJE DE INSTRUCCIÓN La fragata Libertad vuelve a los mares del mundo y con correntinos a bordo  Zarpó ayer con más de 350 tripulantes, entre ellos un oficial goyano. La travesía se extenderá por 196 días y tocará puerto en diez países. Bajo una persistente llovizna y con la presencia de una multitud de familiares emocionados, zarpó desde la dársena norte del puerto de Buenos Aires el buque escuela ARA Libertad, en el inicio de su 45º viaje de instrucción para los cadetes de las dos últimas promociones de la escuela naval militar y de países vecinos, como Brasil, Chile, Bolivia, Paraguay y Uruguay. Es la primera salida, de larga distancia, sin peligro del acoso de los Fondos Buitres que en 2012 consiguieron que se retenga a la nave en un puerto de Ghana. En los últimos años se hicieron viajes cortos, a Venezuela, Ecuador y Brasil. Desde ayer volvió al mundo. La fragata, al mando del capitán de navío Ignacio Errecaborde, dejó el muelle del apostadero naval Buenos Aires a las 8.17, unos 15 minutos antes de lo previsto y sin los gavieros -los marineros que ejecutan las maniobras de las velas- apostados en lo alto de los palos, debido a la lluvia y la niebla que envolvía al puerto metropolitano. La embarcación partió con una dotación de 27 oficiales, 192 suboficiales y 132 oficiales alumnos argentinos y de países vecinos, entre los que el 20 por ciento son mujeres. Hay varios correntinos en la tripulación, entre ellos el teniente de Navío Bruno David Rodas, que es oriundo de Goya. No es la primera vez que navega en la Libertad. (ver aparte) Volverán al país el 5 de noviembre, tras un itinerario que durará 196 días, de los cuales 133 permanecerán en el mar. El resto del tiempo será empleado haciendo escala en puertos de diferentes países. Se va mi sobrino, que tiene 24 años, lo vi muy maduro, dijo a Télam José, tío de Matías, uno de los tantos familiares que fueron a despedir a la tripulación. El hombre llegó a Buenos Aires con toda su familia desde Tucumán, para despedir al reciente egresado de la escuela naval. Entre la multitud estaba Edith, también de Tucumán, quien contó: Se va mi hija, es un sueño, un orgullo para toda la familia, es la mayor de las nietas y señaló a un joven que estaba a su lado: Él es Francisco, el novio, quien acotó que estaba muy emocionado al verla partir a María Emilia, con quien sale desde hace tres años. Gladys, mamá de Luis, con un sentimiento de congoja, explicó que la partida es triste, pero él esta contento, está ilusionado por todo lo que va a conocer, por todo lo que van a vivir y poner en práctica lo que estudió en cuatro años. Problemas de amores, no hay: No deja ningún corazón acá, porque la novia va con él, también es egresada de la escuela. En tanto, los padres de Bruno, otro de los cadetes egresados, llegaron a Buenos Aires desde Goya, Corrientes, para despedir a su hijo de 38 años, que es teniente de navío. Es una emoción verlo partir y después verlo volver, él ya viajó, pero esta vez va mucha más gente, porque se van dos promociones juntas, dijo Susana, la mamá, quien expresó una gran emoción y orgullo, pero tristeza por la partida. Y añadió: Para él también es duro, porque deja a su esposa y a sus tres chiquitos; pero le gusta, es su pasión, desde pequeño jugaba con barquitos sin conocer ni saber nada del mar, porque nosotros vivíamos en el campo, pero él una vez me dijo: Voy detrás de mi sueño. Y llegó a lo que quería.
Domingo, 24 de abril de 2016
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