NEGOCIACIONES Los docentes de la UNNE negocian la paritaria en medio de reclamos y amenazas de paro  La negociación salarial pende de un hilo aunque continúa abierta. María Susana Liwsky, referente de CONADU, gremio que nuclea a los profesores del nivel terciario, advirtió que el proceso “fue en retroceso”, y de pasar de una oferta del 25% que fue rechazada, se ofreció una contraoferta única del 15% en agosto con revisión recién en octubre. En el marco de un reclamo por mejoras salariales y “una reivindicación a la universidad pública” se desarrolla el tenso acuerdo por la paritaria de los docentes universitarios. Aún sin resoluciones, CONADU llamó a un paro para el miércoles 27 y el jueves 28 de abril.
Liwsky, secretaria general de Codiunne, adelantó que este fin de semana el gremio definirá las líneas de acción en caso de no llegar a un acuerdo con el ministerio de Educación, pero resaltó que la negociación sigue abierta y la expectativa latente. La protesta “ya supera lo laboral”, y se instala en el seno del carácter público de la Casa de Estudios.
Consultada por ellitoral.com.ar sobre las razones principales de la medida de fuerza, la dirigente gremial enumeró la “regresión” del convenio del aumento de sueldos previsto para este año. Explicó que en las dos primeras negociaciones la cartera de Educación ofreció un 25% en dos veces (mayo y agosto) en contrapartida al 40% sugerido por los docentes.
Ante la negativa de ambas partes de nivelar los montos en una propuesta única, sumaron una instancia más y, en una actitud que Liwsky definió como “una burla o provocación”, la propuesta de Educación disminuyó un 10% y se estancó en un 15% en agosto con revisión recién en octubre, “para cuando la inflación y la devaluación ya se habrán comido el sueldo de los trabajadores”, según describió la referente.
Además sentenció que los recortes a la Universidad, “si bien no están plasmados en papeles”, se sienten por “el ajuste” que se traslada al aumento generalizado de precios de productos y servicios y el estancamiento de los sueldos, agravado por “la inflación del 4 y 5 por ciento y la devaluación” que encarece el nivel de vida.
En consonancia especificó que la nueva administración nacional eliminó lo que se conoce como “garantía salarial”, que vendría a ser un piso de sueldo que, cuando no era alcanzado, era cubierto por la cartera de Educación, medida que beneficiaba a profesores de “poca antigüedad” y que recién comenzaban a enseñar.
En este sentido trazó una realidad desalentadora y a la vez desequilibrada que existe entre docentes con dedicación completa (es decir, aquellos que trabajan 40 horas semanales) y los de dedicación simple. Distinción que se replica entre profesores titulares y auxiliares: los montos diferencialmente desiguales que perciben evidencian una problemática que se reproduce en todos los niveles educativos públicos.
Estableció que un docente que recién ingresa al marco institucional cobra en la actualidad entre 3 mil y 3.500 pesos, “lo que ni siquiera cubre la canasta básica”, y obliga al profesional a tomar entre 3 ó 4 cátedras para revertir esta situación.
No ahorró críticas al Gobierno de Mauricio Macri y hasta reconoció que estas medidas “eran vox populi” inclusive antes de que asumiese Cambiemos. Asimismo justificó el silencio de la rectora de la Universidad, Delfina Veiravé, por su pertenencia “al mismo color político” que la administración nacional.
Sábado, 23 de abril de 2016
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