HISTORIAS DE VIDA EN MEDIO DEL PATRULLAJE Policías ayudaron en un trabajo de parto, recibieron al bebé y serán los padrinos  El hecho ocurrió en una vivienda del barrio Seminario. Los dos efectivos llegaron por un llamado realizado al 911. El niño nació alrededor de las 8.50, pesó3, 800 kilogramos y recibió el nombre de uno de los agentes.
Rosa Obregón se encontraba en sus 39 semanas de embarazo y ayer despertó, en tempranas horas de la mañana, con contracciones que avizoraban la atesorada llegada de su segundo hijo. Desde su hogar, situado en el barrio Seminario, realizaron una llamada al 911 que fue escuchada por dos policías: Walter Segovia y Marcos Mauro Mola. “Eran aproximadamente las 8.30, transcurrían 50 minutos de haber comenzado nuestro turno y el sistema de emergencia nos informó de una mujer que estaba por dar a luz. Nuestro trabajo era constatar que esto ocurría fehacientemente, por eso nos acercamos a la casa (ubicada en el barrio Seminario Manzana F)”, relató el suboficial Segovia. Según describieron algo que jamás imaginaron era que finalmente iban a ser los principales protagonistas en la cooperación y ayuda durante el trabajo de parto. “Llegamos y la mujer estaba con niveles de dilatación entonces tuvimos que cooperar para que esta pueda dar a luz. Además afuera no dejaba de llover y las calles del barrio Seminario estaban muy anegadas. Hubiese sido muy complicado sacarla y corríamos el riesgo de no llegar a tiempo y el parto en la patrulla hubiese sido más incómodo para ella. Por eso, acomodamos lo mejor posible los espacios para preparar la llegada del bebé”, continuó con la historia Mola el chofer de la patrulla. Luego de acomodar el espacio todo transcurrió con rapidez, se esterilizaron las manos con alcohol en gel y ayudaron durante la valorable labor de parto. “Pasamos alrededor de 18 minutos, uno de los momentos más fuertes para mí fue tener que cortar el cordón umbilical con un cordón de zapatos”, describió Walter a lo que Marcos agregó: “Hicimos con lo poco que teníamos a mano, pero dimos los pasos correctos porque sabíamos que debíamos cortar cinco dedos de longitud”. En este sentido especificaron que los policías son formados para ocasiones de emergencia.
Traslado al hospital El sonido de ese primer llanto, inundó el hogar de alegría y sobraron las palabras de agradecimiento, de la familia Obregón, para con los oficiales que colaboraron desinteresadamente. Una vez que el bebe nació, el paso siguiente fue trasladar al niño y su mamá, hasta el hospital Llano. Nosocomio donde el equipo médico los recibió y realizó el trabajo de revisión. Allí se extrajo la placenta a la mamá y se constató que el bebé nació con un peso de 3,800 kilogramos, con salud plena. En ese momento se lo nombró Mauro Justin Ismael Obregón. A modo de agradecimiento eligieron el nombre de uno de los policías que ayudó en la labor de parto. “Nosotros la dejamos en el hospital Llano y tuvimos que regresar a trabajar como siempre hacemos. Luego de unas horas regresamos para ver si todo estaba bien, ahí nos enteramos que a modo de agradecimiento se lo llamó Mauro como mi compañero y además la señora nos propuso ser sus padrinos”, expresó Walter.
Trabajo en conjunto “A veces nos critican a los policías, pero somos un equipo que día a día nos enfrentamos a hechos de diferente naturaleza, soportamos frío, calor, barro, de todo. Hoy por ejemplo fuimos al hospital ensangrentados, no tuvimos tiempo de limpiarnos”, precisó Mola. Y para cerrar, comentaron que aunque ellos estuvieron colaborando en dicho hogar, todo el equipo de policías cubrió la zona que ellos recorrían. “Somos un equipo, trabajamos para cuidar a otros, y a su vez nos cuidamos y ayudamos entre todos”, sintetizaron.
Lunes, 14 de diciembre de 2015
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