DESARME El RENAR inutilizó más de 100 armas en operativo voluntario en Capital  El móvil del equipo nacional llegó y permaneció por una semana en la ciudad. Destacaron la cantidad de personas que se acercaron al Centro de Monitoreo de plaza Juan de Vera y el compromiso por alcanzar una cultura de no violencia. Estuvieron también en Goya. Luego de una semana en Corrientes, el equipo del Registro Nacional de Armas (RENAR) culminó ayer la campaña de recolección en la capital correntina y logró inutilizar más de 100 armas que fueron acercadas en forma personal y voluntaria por personas que decidieron colaborar con el Plan Nacional de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego. A cambio de una suma de dinero, la elección fue deshacerse de esos elementos y contribuir al objetivo de alcanzar una cultura de no violencia y resolución pacífica de los conflictos. “Podemos decir que el balance fue muy bueno, se acercó bastante gente y contabilizamos más de 100, entre armas cortas y largas, así como también municiones, todas de distintos calibres”, expresó en diálogo con época el agente de RENAR, Nahuel Fusco, mientras se alistaban para regresar rumbo a Buenos Aires. El equipo se ubicó en el Centro de Monitoreo de Plaza Vera, donde de 8 a 12 recibieron a las personas que se acercaron pero días antes también estuvieron en la ciudad de Goya. “No es la primera vez que venimos a Corrientes con el plan, lo hicimos el año pasado pero esta vez anduvo mejor la cantidad de gente que vino”, consideró Fusco. Aclaró respecto al procedimiento que cada individuo que decidió entregar un arma lo hizo en forma anónima y no es necesaria la presentación de ningún tipo de documentación de portación ni de identidad. “Se recibe el armamento y en frente de la persona se produce la inutilización del arma, en ese mismo momento, con la prensa que va con nosotros a cada lugar que vamos se desarma completamente”, contó. El puesto móvil regresó ahora a Buenos Aires y el 2 de noviembre viajarán a Neuquén con el mismo objetivo. Fusco resaltó que el pago por cada arma se realizó a través de un cheque para cobrar al portador en el Banco Nación “y su valor dependió del calibre y el sistema de disparo de cada elemento, se trata de incentivo”, dijo. Por otra parte recordó que en la localidad de Campana, Buenos Aires, se realiza la destrucción general de todo lo recolectado en las provincias, en un lugar especial donde se funden las armas y de lo que se recicla se realizan tuberías de acero, entre otras cosas, y el dinero que se recauda de esa actividad es donado al Hospital Garrahan. Para finalizar mencionó que en la delegación de RENAR Corrientes no reciben armas pero sí en la de Chaco, ubicada en calle Echevarría 615.
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El país, líder mundial en desarme civil
Argentina es el país líder mundial en desarme civil, así lo indicaron días atrás desde el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación. El Registro Nacional de Armas (RENAR) destruyó semanas atrás 7.829 armas, las cuales si se suman a las eliminadas en la última década se contabilizan 300.207 armas retiradas de circulación en el marco del Plan Nacional de Desarme Civil. En ese sentido, el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak, quien supervisó el procedimiento destacó que “Argentina es líder mundial en políticas de desarme civil y, fundamentalmente, en destrucción de armas” y recordó que “un arma en la casa es más un peligro que una protección”, y es por eso que “el Estado insta a los ciudadanos a deshacerse de ellas, que deben estar exclusivamente en manos de los profesionales capacitados de las fuerzas de seguridad”. Las armas que fueron destruidas en este operativo fueron obtenidas a través de la ley 26.216 (del Programa Nacional de Entrega Voluntaria) y de la Ley 25.938, que establece la eliminación de las armas secuestradas por las fuerzas de seguridad en el marco de procesos judiciales. El método argentino, que consiste en la inutilización, la destrucción y la fundición de las armas, es pionero en la región y recibió elogios del MERCOSUR. El Plan de Desarme se puso en funcionamiento en 2007. Consiste en la entrega voluntaria y anónima de armas de fuego y municiones a cambio de un incentivo económico, que va de los 500 a los 2.000 pesos.
Sábado, 24 de octubre de 2015
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