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COMUNICADO Preocupa la lenta usurpación de terrenos en el barrio Pirayuí  Vecinos de esa parte de la ciudad manifestaron su alto grado de preocupación por la gran cantidad de casillas que proliferan en la zona. Llamarán a una mesa de diálogo con diferentes sectores para encontrar una solución al tema.Los vecinos de las 500 viviendas del Pirayui Nuevo, remitieron un comunicado a la redacción de este medio donde manifiestan su preocupación por el avance de “ocupas” en los terrenos en lotes cercanos a sus viviendas.
Según precisaron, el terreno donde se asientan poco a poco las casillas , pertenecerían a la inmobiliaria Urbano Bienes Raíces, según consta en una denuncia realizada en la comisaría 20.
En contacto con diarioepoca.com, Raúl Mendoza, uno de los vecinos del lugar, precisó que en el transcurso de esta semana se reunirá un grupo de vecinos para trabajar en la problemática. “Vamos a convocar al gobierno comunal, al gobierno provincial, a representantes de la Iglesia, con el fin de mantener una mesa de diálogo. Intentaremos armar una mesa para destrabar el conflicto. La intención es trabajar para lograrlo”, precisó. En el transcurso de esta semana se definirá la fecha del posible encuentro.
El comunicado completo
En esta oportunidad, la toma esta siendo lenta pero sostenida. Por día se instalan casillas o marcan su terreno dos o tres familias. La anarquía y el poco interés de las autoridades oficiales generan un escenario favorable para que esto siga sucediendo.
Sabido es que los terrenos están ocupados desde hace tres años pero en las últimas semanas se empezó a intensificar la toma. Parece ser que algunos vivos vieron el negocio y empezaron a vender un terreno que le dicen que es fiscal y que después de pagar tantas cuotas le van a entregar un titulo.
Entendemos las necesidades habitacionales de las personas, pero muchas de las nuevas casillas no están habitadas y en oportunidades funcionan como aguantadero de delincuentes.
Muchas de estas nuevas casillas, funcionan como “casas de fines de semana” en donde la gente viene con sus vehículos a pasar el día. Si bien hay mucha gente que vive en el asentamiento y que realmente necesita, advertimos mucho “viveza criolla” ante tanta anarquía.
En el asentamiento hay una persona que vende los terrenos, la conocen como Sarita y también dentro del mismo barrio, en las 100 viviendas, una persona de apellido Coria les cobraría un monto y les habilitaría a ocupar los terrenos.
La seguridad y el colapso de los servicios de luz y de agua es un temor que hay en la comunidad. Ni hablar del ejemplo que se imparte no haciendo nada y mirando a otro lado cuando la gente se cuelga de la luz del agua y edifica su casa en un terreno que no es suyo. Ante esta situación anárquica, los mismos vecinos del barrio van y ocupan un terreno “por las dudas”.
Llamamos a todos los sectores: municipalidad, el gobierno, los vecinos, la Iglesia y a quines serian los propietarios de los terrenos a armar una mesa de negociación para encontrar una salida viable. Mientras más grande sea el problema, más compleja será la solución.
No estamos pidiendo que echen a las personas que están ahí hace años. Si pedimos hacer algo para detener el avance de las nuevas ocupaciones y buscar una salida civilizada para todos.
Los vecinos cuando advertimos que se empezaban nuevamente a ocupar los terrenos nos reunimos con la policía pero no logramos avanzar en mucho.
No queremos que el barrio quede rodeado de casas amontonadas y sin calles. Le decimos no a las villas y no lo decimos en sentido peroyativo.
Queremos que quienes se instalen en esos terrenos lo hagan con la planificación necesaria y los servicios adecuados. El crecimiento desordenado termina repercutiendo en los servicios de seguridad, agua, luz y trasporte.
Todos merecemos vivir bien y en un ambiente saludable. Esto no es una pelea en contra de los ocupas, es un llamado al estado, al privado y a todos los ciudadanos a hacer algo. Tenemos que dejar de mirar a otro lado como si nada pasa.
Domingo, 27 de septiembre de 2015
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