HISTORIAS SOBRE UN VIADUCTO QUE PIDE UN SUCESOR Puente: homenaje a un ingeniero italiano a 47 años del inicio de obras  El 7 de septiembre de 1968 se realizó en las costas chaqueñas el acto de iniciación de la construcción del puente Chaco-Corrientes. Hace poco falleció el director de obra Bruno Desirello. Lo recordó uno de los técnicos que trabajó con él.
Entre los cada vez más frecuentes días de caos por el intenso tránsito actual sobre el único puente Corrientes-Chaco, se expande cada vez más la demanda comunitaria de avanzar de una vez por todas con un proyecto de segundo viaducto interprovincial. Pero también, cada tanto vuelve a recordarse fragmentos de la historia de esta megaobra bautizada con el nombre del creador de la bandera argentina, Manuel Belgrano. Pasado y presente se unen a través del puente. La mole de cemento es un símbolo regional y un pilar de su desarrollo. En las efemérides, hoy se cumplen 47 años del acto de inicio de trabajos desarrollados en la ribera chaqueña. En este marco, también se recordó a quien fuera director ejecutivo de obra, Bruno Desirello, quien a principios de agosto falleció en su Italia natal. Lo homenajeó en diálogo con El Litoral Renato Pablo Scanu, un técnico que trabajó con Desirello en el puente Chaco-Corrientes y que ahora reside en la provincia de Buenos Aires. El 7 de septiembre de 1968, cerca del ex atracadero de balsa del puerto Antequera se realizó el acto de iniciación de los trabajos de construcción del viaducto. La ejecución del proyecto llevó casi cinco años y finalmente el 10 de mayo de 1973 se inauguró la conexión física sobre el río Paraná.
Italo argentino La historia de Bruno Pietro Giuseppe Desirello, tal su nombre completo, tiene mucho de Italia y la Argentina. Según contó Scanu en un diálogo telefónico con este diario a poco de enterarse del fallecimiento del ingeniero, desde muy niño, a los 5 años aproximadamente, Bruno llegó con su familia al país desde Europa. Vivió en Buenos Aires y se recibió de ingeniero a principios de los 50. Después, por las vueltas de la vida recorrió el mundo con su profesión hasta que a fines de los 60 volvió a suelo argentino. Como directivo de una de las empresas que estaba encargada de la construcción del Chaco-Corrientes, el ingeniero nacido en Italia desembarcó en el NEA. “Lo conocí trabajando en este puente. También vine de pequeño desde Italia y la verdad es que nos llevamos muy bien. Cuando terminamos las obras nos volvimos a ver en otra construcción en el Perú”, recordó Scanu. “Desirello trabajó en diversas países, pero siempre decía que tenía un afecto especial con el puente Corrientes-Chaco”, resaltó. Pasaron los años y el ingeniero se jubiló y radicó finalmente en Italia. A principios de agosto falleció en la ciudad de Rapallo, a 30 kilómetros de Genova, donde había nacido. “El 3 noviembre cumpliría 74 años”, acotó su amigo Renato, quien también anduvo por el mundo por su profesión. Trabajó en la construcción de diques y puentes en Sudáfrica, Perú y Mozambique, entre otros sitios. Ahora, desde Buenos Aires recordó a Desirello y ese punto en común: el enlace afectivo con el puente “General Manuel Belgrano”.
Lunes, 7 de septiembre de 2015
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