CHARLA ÍNTIMA Flor de la V, íntima: "Soñaba con que de grande iba a cambiar de sexo"  La actriz charló en profundidad sobre su infancia, sus deseos de ser madre, el sexo, la Iglesia y el aborto En una charla íntima, Flor de la V habló de todo: su infancia, la maternidad, su mamá que falleció cuando ella tenía sólo dos años, los prejuicios y la homofobia, el aborto y la religión. Además, dijo que cuando ere chica soñaba con que en algún momento iba a cambiar de sexo Hace cuatro años Flor, junto con su marido Pablo, pudo cumplir el mayor sueño de su vida, tener hijos: "El tema de la maternidad para mí siempre tuvo que ver con formar una familia. Desde muy chica, me acuerdo que yo miraba La familia Ingalls y soñaba con el marido, soñaba con las hijas, con esa casa, con esa vida. Soñaba con una familia así", contó en diálogo Franco Torchia, para Página 12.
Cuando era chica, tenía la ilusión de ser mujer: "Yo soñaba, capaz que ingenuamente, ¿viste cómo son los chicos?, con que de grande iba a cambiar de sexo. Me imaginaba que iba a poder cambiar de sexo. Yo soñaba con que había nacido en un cuerpo equivocado y que después, de más grande, por esas cosas de la naturaleza o de la vida, iba a cambiar".
Flor comenzó a darse cuenta que su cuerpo no coincidía con sus deseos una vez que arrancó la etapa escolar: "Empecé el jardín, que empecé a ver la vida, ahí me di cuenta de que supuestamente estaba mal, porque todos me lo remarcaban, me decían: 'Esto está mal, esto está mal', es decir, mis inclinaciones femeninas 'estaban mal'; jugar a la casita, jugar a las muñecas estaba mal. Chocar con la realidad para mí fue un cimbronazo a esa edad, porque después de todos los 'sí', empecé a ver todos los 'no' y a ser castigada por algo que en mi casa vivía con total naturalidad. Ahí empecé a notar que era especial".
Cuando era chica, su padre le pagaba si la veía vestida de mujer, pero asegura que no lo juzga por eso: "Cuando uno es padre no existe un manual para criar, entonces ¡vos imaginate!". Su mamá murió cuando tenía apenas dos años y le dejó un pequeño legado, su máquina de coser: "A partir de ese objeto me pude vincular con ella".
Indefectiblemente, el haber perdido a su mamá de tan chica influye en la relación con sus hijos Paul e Isabella: "No sé cuánto voy a vivir, entonces constantemente estoy haciendo cosas buenas para ellos. Y ahí es cuando pienso en mi mamá: yo creo que a mi mamá la necesité hasta el día en que me casé con Pablo".
A lo largo de los años, Flor fue evolucionando y reinventándose, tanto por dentro como por fuera: "Soy una travesti de los '90. L igual a mí me costó: al principio, cuando una empieza, te ponés todo. Cachivache. Querés todo: pollera, minifalda, taco, porque no entendés por dónde pasa la feminidad. Y después me fui viendo, fui notando lo que a mí me quedaba de verdad bien: me fui mirando y aprendiendo. Esto es prueba y error: creo que a todas nos pasa. Después, como a los 30, que había empezado a encabezar y ya me iba bien, empecé a pulir mi imagen".
La actriz está alejada de la Iglesia, sin embargo, sus hijos fueron bautizados: "Fue por Jorge Ibáñez. Yo no creo. No soy católica. Cero. Para mí era como una ceremonia y nada más, pero Jorge, padrino de mis hijos, era extremadamente religioso y me insistía. Pablo, mi esposo, también quería".
En el plano sexual, Flor le confesó a Torchia que nunca tuvo sexo con una mujer y que hasta lo habló en terapia: "¿Cómo puede ser?". Continuando con los temas complicados, se refirió al aborto: "Yo estoy a favor de la vida. La vida de la madre y la vida del hijo. Muchas mujeres mueren por hacerse abortos de cualquier manera, con muchos riesgos. Yo estoy a favor de que eso no pase más".
A pesar de que se ganaron derechos y que en los últimos años hubo cierta apertura, sigue habiendo homofobia en la Argentina: "Siempre fuimos así, pero cuando yo el año pasado fui invitada a dar ese discurso en la Marcha del Orgullo, iba de mi casa hacia la plaza y pensaba: '¡Qué loco, cómo cambió la vida!'. Las marchas, cuando se empezaron a hacer, eran más de protesta que de júbilo".
Incluso, Flor fue centro de chistes este año luego de la entrega de los Martín Fierro, ya que su vestido, le queda ajustado y le marcaba sus partes: "Me lo tomé bien, pero lo que sí siempre siento es que conmigo constantemente van a eso: a ver si se me ve o no se me ve. Hay que separar las cosas: primero, uno se ríe cuando quiere, no cuando te obligan. Yo me río cuando tengo ganas y, entonces, habilito que se rían. Yo empecé hace veinte años siendo quien soy y me reía de mi barba y esas cosas, pero hay un límite".
El año pasado estuvo fuertemente enfrentada con el periodista Jorge Lanata que se había referido a su sexualidad: "Mucho no se le puede pedir a una persona que hoy está acá pero ayer estaba allá. Igual, lo que me parece muy preocupante es que una persona con la llegada que tiene él hable tan despectiva y discriminatoriamente. Eso es negativo para la sociedad".
Un hombre que le dio una gran oportunidad de crecimiento laboral fue Gerardo Sofovich: "Era bastante especial: lo que le pasaba conmigo tenía que ver con el afecto. Creo que cuando me conoció aprendió a abrir su mentalidad porque primero abrió su corazón, y creo que, si muchas personas hicieran eso, caerían muchos prejuicios", cerró.
Sábado, 15 de agosto de 2015
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