BAJAS TEMPRATURAS El refugio nocturno “Beato Juan Pablo II” recibió a 30 personas en situación de calle  La madrugada de ayer fue helada y, frente a ese panorama, uno de los refugios nocturnos capitalinos, de los dos que hay en la ciudad, recibió una mayor asistencia a diferencia de los días anteriores. Fue así que el albergue “Beato Juan Pablo II”, ubicado en la parroquia Nuestra Señora de Itatí, en el barrio San Benito, tuvo en sus instalaciones a 30 personas que buscaron un techo donde cubrirse de las bajas temperaturas. Se trata de un albergue coordinado por el padre Pini, de esa comunidad religiosa, quien expresó que el hogar recibió y alojó a varias personas debido a las intensas heladas, como se viene realizando hace varios años. Recordó que hay varias personas que se alojan de lunes a viernes y que muchos de ellos son familiares de pacientes del hospital Vidal que no pueden regresar a sus hogares, por lo que solicitan asistencia. En el lugar hay personas que preparan desayuno, almuerzo, merienda y cena para quienes se quedan en el hogar. Justamente en la madrugada del viernes, cuando cayó escarcha, las personas buscaron refugio para evitar sufrir las consecuencias de las bajas temperaturas. En tanto, en el segundo refugio llamado “El Cristo Roto”, ubicado en el barrio Pueblito Buenos Aires, la asistencia fue baja. “Seguimos con la misma cantidad de personas que son unas seis y quizás tiene que ver con que estas personas no quieren irse tan lejos y nuestro refugio está bastante alejado del centro”, dijo a época Mariela Revidatti, coordinadora del lugar.
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“El Buen Samarita” juntó frazadas para colaborar
Hace varias semanas jóvenes que integran el grupo “El Buen Samaritano” de la comunidad de la Iglesia Jesús Nazareno recolectó frazadas en campaña solidaria para todas aquellas personas que se encuentran durmiendo en las calles capitalinas.
El objetivo fue juntar frazadas para repartirlas entre las personas que viven en las plazas o espacios públicos de la ciudad para ayudarlas a pasar la temporada de la mejor manera posible, dentro de su dolorosa situación. “Una frazada para mi hermano” es el nombre de la campaña que tuvo gran cantidad de colaboradores que acercaron el abrigo a las instalaciones de la iglesia, donde habitualmente se reúne el grupo solidario.
Sábado, 20 de junio de 2015
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