LAS CLASES PODRIAN TRASLADARSE A OTRO EDIFICIO Personal de Infraestructura Escolar visitó el colegio Piragine Niveyro para evaluar daños  Autoridades y docentes del colegio Piragine Niveyro acompañaron la inspección que realizó el personal de Infraestructura Escolar, para determinar cúal será el costo de las reparaciones al edificio escolar. Durante el recorrido, que se realizó ayer por la mañana, se revisaron las instalaciones para determinar las reparaciones que serán necesarias tras el incendio del viernes. Mientras esperan los resultados de la evaluación, directivos y docentes de la escuela apelan a la solidaridad de la comunidad para recuperar lo perdido.
El Colegio Secundario Dr. Fernando Piragine Niveyro fue visitado ayer por la mañana por personal de la Dirección de Infraestructura Escolar, quienes acompañados por docentes y directivos del establecimiento educativo, realizaron un relevamiento de los daños estructurales del edificio. El viernes pasado, alrededor de las 2, una llamada al 911 alertó a las autoridades sobre un incendio que tenía lugar dentro de las instalaciones del colegio. Tras varias horas de trabajo, los bomberos de la Policía de la Provincia lograron controlar y apagar el fuego. Sin embargo, pese al esfuerzo, las llamas destruyeron dos salones contiguos que eran utilizados como sala de profesores, rectoría, secretaría, biblioteca y depósito, y afectaron a al menos otros seis del colegio secundario. El fuego también se extendió hacia el edificio de la Escuela Primaria 666 “Pedro Benjamín Serrano”, alcanzando cuatro salones de dicho establecimiento educativo. Ese viernes, se suspendieron las clases para los casi 500 alumnos que asisten al colegio, debido a la magnitud de los daños, que hacía imposible el dictado en el edificio. Luego de que se apagara el fuego, directivos y docentes del colegio se abocaron a tareas de limpieza del lugar hasta el sábado por la tarde.
Los daños El fuego destruyó por completo el material didáctico y bibliográfico de la escuela, así como también parte del mobiliario, computadoras y la totalidad de los legajos de profesores y alumnos que asisten al colegio en ambos turnos. El incendio, que se sospecha tuvo origen intencional, se inició en un salón que funcionaba como rectoría, secretaría, biblioteca y depósito, por lo que se perdieron todos los libros con que contaba la institución, así como elementos para dar clases en las distintas materias (mapas, reglas, colchonetas, aros, pelotas), mercadería de la copa de leche, un equipo de música, varias computadoras, armarios, ficheros y escritorios. Con la destrucción que ocasionó el fuego en dicha sala, y en la contigua, que funcionaba como sala de profesores, se perdió toda la información sobre alumnos y personal del colegio. En una de las computadoras destruidas se encontraban datos relacionados con los títulos de los egresados. Paredes y cielorraso de estos dos salones se vieron afectados por completo, así como parte del cielorraso de otros seis salones de clase. Lo único que se salvó de la destrucción fueron los bancos de los alumnos. Los salones a los que el fuego no llegó igualmente quedaron con un fuerte olor a hollín, que permaneció en el lugar aún después de la limpieza que se realizó en el lugar el día sábado. Tras la inspección que Infraestructura Escolar realizó ayer por la mañana en el colegio, resta conocer el calculo de lo que costarán las reparaciones y el tiempo que tomarán las mismas. Mientras tanto, desde el Ministerio de Educación evalúan continuar las clases de la institución en algún otro edificio.
Solidaridad “Hemos recibido mucho apoyo de colegas y alumnos, que se ofrecieron a ayudar con el arreglo del colegio”, contó la rectora Mónica Iturria a El Litoral. “Hay chicos que ofrecieron venir a pintar las paredes. Pero por ahora, esas cosas estarán a cargo del Ministerio”, agregó la educadora. “Como hemos perdido tanto, sería bueno recibir ayuda de la comunidad, de librerías por ejemplo”, expresó Iturria. “Un señor de San Luis del Palmar, que es carpintero, se comunicó conmigo tras la tragedia para ofrecer su ayuda en lo que necesitemos”, contó. Cualquier tipo de ayuda será bienvenida para el colegio Piragine Niveyro, cuyos alumnos en su mayoría proviene de contextos de vulnerabilidad, y se pueda continuar con la tarea educativa. Iturria resaltó que la comunidad del Colegio Piragine Niveyro está intacta y dispuesta a superar la tragedia que vivió la institución. “Lo importante es que los chicos no pierdan días de clases”, finalizó la rectora Mónica Iturria.
Martes, 24 de marzo de 2015
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