VIOLENCIA DE GÉNERO EN CORRIENTES Elizabet Verón: el tribunal oral abrió la ronda testimonial de los médicos  Los jueces del Tribunal Oral Penal Nº 1 de Corrientes abrieron ayer la ronda testimonial de médicos que intervinieron en el caso desde el primer momento en que Elizabet Verón fue hallada tirada y malherida en la vía pública, en la madrugada del 14 de mayo de 2013, a pocos metros del departamento que compartía con su entonces pareja e imputado en la causa, Adrián Sosa García, hasta el día de su muerte en el hospital Escuela, el 8 de julio de ese mismo año. El primero en pisar el estrado de los testigos, fue Adán Pérez, médico de la Policía de Corrientes. El presidente del tribunal, Raúl Guerín le dio la palabra a la defensa, ya que se trata de un testigo propuesto por los abogados del comerciante acusado.
“¿Cuando usted concurre al hospital Escuela, la paciente estaba en terapia?”, preguntó el letrado Isidoro Sasson, a lo que el testigo respondió sin titubear: “Sí, estuve con ella en terapia intensiva”. Al tiempo que observaba su informe incluido en el expediente a fojas 39, el médico policial agregó: “La paciente estaba con asistencia mecánica respiratoria y con monitoreo cardíaco”.
La defensa le preguntó si había podido hablar con Elizabet Verón. “No...ella estaba intubada”, afirmó el testigo.
A partir de allí la defensa comenzó a endurecer el interrogatorio al testigo. “¿Por qué usted puso en su informe que la paciente dijo llamarse Elizabet Verón?”. “Eso es imposible. No pude haber hablado con ella. Habrá sido un error de tipeo”.
Los abogados de Sosa García también pusieron una especial atención en el horario en que se realizó la visita: según quedó constatado en el informe, se llevó a cabo a las 0.39 de ese 14 de mayo. La defensa lo comparó con la historia clínica incorporada a fojas 160, que dice: “La ciudadana Elizabet Antonia Verón, de 38 años, ingresó a dicho nosocomio el día 14/05/2013 en horas de la madrugada, siendo las 2.45 aproximadamente...”.
Ante ello, el testigo dijo que el horario que consta en su informe habrá sido del 15 de mayo, y que podría ser una confusión por la cuestión del registro en el ingreso y egreso de las guardias de los médicos de Policía.
El médico ratificó lo volcado en su informe, en el que detalló: “Paciente de cúbito dorsal con asistencia mecánica respiratoria, con monitoreo cardíaco; presenta equimosis (mancha lívida, negruzca o amarillenta de la piel o de los órganos internos, que resulta de la sufusión de la sangre a consecuencia de un golpe, o de otras causas) en región geniana derecha y en región submaxilar derecha de 4x5 cm. (parte lateral de la cara); equimosis en región supra clavicular derecha de 4x5 cm. aproximadamente; se le realizó tomografía axial computada, constatándose edema cerebral (acumulación inusual de líquido en los tejidos del cerebro), lesiones compatibles con las producidas por o contra objeto romo y duro; revisten carácter grave; no presenta signos ni síntomas clínicos de estado de alcoholización al momento del examen”.
El médico aclaró que el trabajo del Médico de Policía es únicamente pericial, que sólo indagan en los antecedentes de los pacientes y observan los informes de los profesionales del hospital que los asisten y quienes son los encargados de ordenar algún tipo de estudio.
Breve testimonio de un pariente
“Mi esposa recibió el llamado de su hermana Elizabet. Me contó que el marido le estaba pegando”, testificó ayer Gregorio Soto, concubino de Mercedes Verón.
En un breve paso ante el Tribunal Oral Penal Nº 1, el testigo contó que presenció el momento cuando su concubina recibió el llamado de Elizabet poco después de la medianoche del 14 de mayo de 2013. “Fue cerca de las 0.30. Nosotros ya estábamos acostados. Después de hablar con su hermana, mi señora se comunicó con un hermano de ella y luego se fue al hospital. Yo me tuve que quedar a cuidar a nuestro hijo, que en ese momento tenía dos años”.
Soto aclaró que nunca fue al hospital a ver a su cuñada, porque insistió en que tenía que ocuparse de su pequeño hijo y de cumplir con su trabajo. “Lo único que me decía Mercedes era que su hermana cada vez estaba peor. Que no mejoraba”, aseguró.
Luego de un breve interrogatorio de la defensa, tanto el fiscal del juicio, Carlos Lértora, como el abogado querellante, Alberto Pischedda, decidieron no hacer preguntas al testigo.
Jueves, 19 de febrero de 2015
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