DIAGNÓSTICO La joven que recibió un riñón de su papá fue derivada al Garrahan  Alejandra Sosa volvió a viajar en la tarde de ayer al Hospital Garrahan de Buenos Aires por un cuadro febril que presentó hace una semana atrás. Los médicos no pudieron diagnosticar qué sucedió con la joven y por tal motivo pidieron que sea atendida en el centro de salud donde fue operada junto a su padre en septiembre del 2014.En la mañana, mientras solicitaban al Ioscor las autorizaciones correspondientes para viajar, Pedro Sosa contó ayer a El Litoral que en las últimas horas su hija estuvo estable. Hoy, con la autorización de la obra social, ya estarán en Capital Federal para hacer los estudios correspondientes. “Desde el viernes pasado tuvo un cuadro febril, dijeron que era leucopatía. No se sabe qué tiene, el sábado la vieron y el miércoles la internaron”, dijo Pedro, quien agregó que “hicieron algunos estudios y le dieron medicación por prevención”. Hasta ayer Alejandra permanecía estable, “pudieron cortar la fiebre pero la plaqueta y los glóbulos blancos se redujeron un cuarto por ciento”. Respecto a la vinculación con su trasplante dijo que “siempre está sujeto a eso”. “Muchas veces después de un trasplante pueden caer en estos cuadros; ella venía bien, la controlamos días atrás en el Garrahan, puede ser también que sea un virus”, relató el papá que donó un riñón a su hija después de seis años de estar en lista de espera. Alejandra nació el 17 de diciembre de 2000 en Curuzú Cuatiá, es la segunda hija de Alicia y Pedro. Por un problema congénito y demás inconvenientes de salud tuvo que iniciar la diálisis en el Hospital “Juan Pablo II” a los 7 años. Desde septiembre del 2008 estuvo en lista de espera del Incucai y por su deterioro se aceptó que sus padres hicieran los estudios de compatibilidad para ser donantes. El 16 de septiembre pasado el papá donó uno de sus riñones.
Sábado, 14 de febrero de 2015
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