GREMIOS Algunos gremios convocarán a un "cese de tareas" para garantizar la marcha del viernes  Representantes de las tres CGT y las dos CTA se reunirán el miércoles para definir la convocatoria
"Unidad en la acción" es la consigna que logró reunir a los referentes de las tres vertientes que conviven en la CGT cuyos líderes son Hugo Moyano, Antonio Calo y Luis Barrionuevo. Junto a la CTA-Autónoma de Pablo Micheli y la CTA de los Argentinos de Hugo Yasky preparan una masiva marcha al Congreso para reclamarle al Gobierno "que deje de golpear a los sectores populares".
Los directivos de las tres CGT se reunieron en la sede de la UPCN en la calle Moreno 1332 donde postergaron para el miércoles la organización de los detalles finales de las características que tendrá la movilización.
En principio, según señaló esta mañana Yasky, algunos sectores llamarían a un "cese de tareas" para garantizar la participación de los trabajadores, "sin declarar el paro", ya que, explicó, esa sería "una medida colectiva que involucraría también a los que eventualmente no vayan a la marcha". No obstante, aclaró: "Quizás se resuelva eso. Mañana vamos a reunirnos las cinco centrales para definir un criterio común".
En diálogo con radio La Red, el sindicalista adelantó que la idea es "reclamar una agenda social para mitigar el daño que están sufriendo los sectores populares, los asalaraiados y los que ya han dejado de serlo porque perdieron el trabajo".
Entre los reclamos más sentidos de los gremios se destacan la modificación de las escalas de Ganancias, el 82 por ciento para jubilados y principalmente el cese de los despidos, que a pesar de las preocupantes cifras no oficiales que se difunden, el Gobierno desestima. "Por eso, en primer término aparece la demanda de una ley antidespidos, de una ley que permita transitoriamente, durante seis meses o un año una defensa laboral, que no haya despidos en el sector público, y para el caso de los privados, exigir que si se realizan se hagan mediante un procedimiento preventivo de crisis", indicó Yasky.
La convocatoria será a las 15 frente al Monumento al Trabajo, en el cruce de las avenidas Independencia y Paseo Colón. Se estima que, aunque las centrales sindicales resuelvan no llamar a una huelga, a partir del mediodía se sentirá igualmente una parálisis de todos los sectores.
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La movilización del viernes marca una ruptura con algunos sectores del gremialismo que supieron apoyar públicamente a Mauricio Macri durante la campaña presidencial y hasta los primeros meses de Gobierno. Por caso, uno de los "arrepentidos" es el del líder camionero Hugo Moyano, quien dijo sentirse "decepcionado" con el gobierno de Macri porque "si bien todos necesitábamos un cambio, lamentablemente esto no fue un cambio, fue totalmente lo contrario".
"El Gobierno siente amor por los empresarios y odio por los trabajadores", apuntó el sindicalista, y destacó que "hay una forma de atender a los dirigentes gremiales (por parte del gobierno) que es como si sintieran desprecio por los dirigentes y los trabajadores".
En ese sentido, amplió: "Lo que te da mucha bronca es que ni bien asumió Macri, a los diez minutos ya le había conseguido todo lo que había pedido el campo, a las mineras, y los trabajadores no hemos tenido ninguna respuesta".
Con una posición más dura, el líder de la CTA Autónoma dijo que la marcha a Plaza de Mayo en protesta contra la ola de despidos debería ser en el marco de un paro nacional, e incluso afirmó que ya lo escuchó a Moyano expresarse en el mismo sentido.
"He escuchado que Moyano ha hablado de la posibilidad de que sea un paro nacional por la persistencia del Presidente de querer vetar la ley antidespidos", sostuvo el sindicalista al sostener que la iniciativa legislativa es "muy importante porque apunta a cuidar el empleo en la Argentina".
Por su parte, el gobierno nacional dijo ayer "respetar" los reclamos anunciados por las centrales sindicales que preparan la protesta para el próximo viernes, aunque admitió que no recibió "ninguna notificación" sobre la realización de un eventual "paro" para ese día.
En tanto, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, reconoció que "este es un momento duro, en particular por el tema de la inflación y de lo apretado que está el bolsillo" y señaló que desde el Gobierno "tenemos enorme respeto por los líderes sindicales".
Durante la movilización del viernes se verá afectado el transporte público, en especial en el horario de regreso a los hogares, ya que La Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) se adhiere plenamente a la medida. Además, los choferes de taxis harán lo propio, en el marco de las protestas contra el sistema Uber.
La administración pública también sufrirá una parálisis importante, teniendo en cuenta que los trabajadores del estado participarán con fuerza del reclamo, ya que es uno de los sectores más afectados por los despidos. En los hospitales y en la Justicia, habrá guardias mínimas.
Martes, 26 de abril de 2016
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