MEDIADOS DE SEPTIEMBRE La Provincia está en alerta y articula medidas ante las consecuencias que puede generar la Corriente del Niño  Ante las posibles consecuencias que podría acarrear la Corriente del Niño, el gobierno de la provincia de Corrientes articula acciones preventivas y efectúa recomendaciones a los municipios a fin de que desplieguen tareas para mantener limpios los canales y desagües. Lo hace no para alarmar a la población sino para poner alerta a fin de impedir que lleguen por sorpresa las consecuencias el fenómeno climático.
El Gobierno Provincial viene desplegando acciones y articulando las medidas para atenuar los efectos de la Corriente del Niño, ante pronósticos poco alentadores. Esta mañana y a fin de que la población vaya sabiendo y tome conciencia acabada de lo que puede provocar el fenómeno climático, a través del director de Defensa Civil, Eulogio Márquez, brindó una conferencia de prensa en la que se proporcionó detalles del daño que produjo la extraordinaria creciente en los años 1983 y 1998.
Eulogio Márquez dijo en el Salón Verde de la Casa de Gobierno, que el fenómeno de la corriente del niño puede ser moderada, mediana o fuerte y que están realizando acciones a efectos de que la población sepa y tome conciencia acabada sobre cuáles son las consecuencias que acarrearán y las medidas preventivas que deben tomar para atenuar sus efectos.
Sobre todo porque si bien la provincia hoy está en situación de alerta y no entró en la etapa de alarma, las estimaciones indican que esta vez el fenómeno será más que leve y el Gobierno Provincial está analizando minuciosamente y ejecutando los pasos o medidas convenientes para afrontar los embates del fenómeno climático, que se origina, como dijo en la rueda de prensa en el calentamiento del agua en la zona de Australia y al chocar con la de Asia provoca el desplazamiento y sus consecuencias graves a América del Norte y América del Sur.
El funcionario provincial sostuvo que las previsiones se contraponen, algunas indican que el fenómeno será el más fuerte de los últimos 50 años y otras, en cambio, dicen que será moderada. Como Corrientes es una provincia que está rodeada de agua, ya sea por los ríos, sus afluentes, esteros, cañadas y lagunas, cuando ocurre este tipo de fenómeno la situación se agrava por el desborde del caudal del agua y se producen las inundaciones provocando innumerables daños.
Márquez afirmó que todas las poblaciones de la provincia se encuentran a la vera de algún curso de agua y en esta oportunidad las estimaciones dan cuenta de que la más afectada por los efectos de la Corriente del Niño será la zona de Esquina; con el agravante de que si las crecidas del río Corriente y del batel son extraordinarias se extenderá la creciente a localidades aledañas.
El director de Defensa Civil exhorta, como una medida preventiva, a los municipios a que en lo posible se mantengan limpios los canales y desagües para permitir el escurrimiento más rápido de las aguas, teniendo en cuenta que las anegaciones pueden ser provocadas por las copiosas lluvias o por el desborde de los ríos o lagunas. Recordó las consecuencias de crecientes anteriores, especialmente las de 1983 y la de 1998, que causaron desastre en varias zonas de la provincia, especialmente en Perugorría.
Vale mencionar que el Consejo de Emergencia Climática de la Provincia, integrado por los ministerios de Seguridad, Salud Pública, Desarrollo Social y Educación, en conjunción con las fuerzas de seguridad, vienen trabajando intensamente en el plan de asistencia a los municipios de Corrientes ante las inminentes complicaciones que traería la corriente de El Niño a esta zona del país, cuyos efectos se estima, tendrán incidencia hasta abril de 2016.
A su vez, desde la Dirección de Defensa Civil, siguen de cerca el movimiento de los ríos Paraná, Uruguay y Paraguay, al igual que los afluentes de éstos, límites adentro, ya que se prevé un crecimiento de los mismos en los próximos meses.
Cabe señalar que a consecuencia de El Niño, las lluvias en Argentina son cada vez más fuertes. Se trata de un fenómeno meteorológico que consiste en una oscilación en el sistema del océano y la atmósfera en la zona tropical del océano Pacífico.
Se presenta con una tasa de recurrencia entre 3 y 7 años. Y repercute con sequías en Australia y lluvias fuertes en la pampa húmeda argentina y norte argentino, entre otras consecuencias para el planeta.
Según los expertos, los efectos de este fenómeno climático se hacen sentir más en el norte y centro del país. También influyen el aumento de la temperatura del Atlántico y la llegada de aire cálido de Brasil.
Miércoles, 26 de agosto de 2015
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