TEMPORAL En Ituzaingó afectó algunos techos, comercios y hasta la centenaria parroquia San Juan Bautista  La población de Ituzaingó fue una de las que sufrió el embate de los fuertes vientos y la abundante lluvia. Esto provocó anegamientos de calles, caída de postes del tendido eléctrico, árboles y dañó el techo de algunas viviendas e inclusive de la parroquia San Juan Bautista. El titular del área de Obras Públicas de la Municipalidad, Edgardo Mariani dijo a El Litoral que minutos después de las tres de la madrugada comenzó el temporal. “Alrededor de las 5.30 recibí el primer llamado solicitando que quitemos un árbol de gran tamaño que se cayó en cercanía a la terminal de ómnibus, el cual estaba dificultando el tránsito en la zona”, comentó. Tras lo cual añadió “para las 6 ya se estaba trabajando con personal municipal para sacar tanto ese árbol como otros que cayeron en otros sectores. También nos sumamos al trabajo del personal de la Dpec para ayudarlos a retirar las ramas que cayeron sobre los cables que por supuesto se cortaron y por consiguiente algunos sectores quedaron sin luz. Pero se estaba normalizando la situación. La Dpec estaba tratando de restablecer cuanto antes el servicio para los usuarios damnificados”.
Mientras que sobre la cantidad de viviendas dañadas, el funcionario comunal indicó que “con nosotros se comunicaron tres familias a las que se les dio chapas, clavos y otros elementos para reparar sus techos. Se trata de personas que viven en la zona ribereña”.
Seguidamente comentó que “un hotel emplazado a pocos kilómetros del área urbana también tuvo algunos inconvenientes. Básicamente cayeron postes del tendido eléctrico y un árbol que obstruía el camino. Estaban buscando personas para que lo retiraran para poder transitar. Luz siguen teniendo, aunque acotada, porque poseen grupos electrógenos”.
Iglesia
Desde la parroquia San Juan Bautista al ser consultados por El Litoral manifestaron que “cuando el viento se desató en seco, en cuestión de segundos provocó la voladura de parte del techo. Comenzó a entrar el agua por el cielorraso y por las paredes”.
Esto derivó que por algunas horas hubiera agua en el interior del templo. Sin embargo, en pocas horas no sólo limpiaron el interior de la parroquia sino que además arreglaron el techo dañado y limpiaron las ramas caídas de los árboles. “Un agradecimiento especial para los miembros del Consejo de Asuntos Económicos, a los jóvenes y a todos los fieles de la parroquia que se acercaron voluntariamente a dar una mano para poner en condiciones el templo parroquial. Quedando así en condiciones para la celebración de la santa misa”, afirmó el padre Roberto García a El Litoral.
Domingo, 28 de diciembre de 2014
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